Cristian Carrión (sí, se llama como Kaze) es un tatuador que al igual que muchos de sus compañerxs de profesión, comenzó pintando paredes. Firmaba como «Jake». Como nadie lo pronunciaba bien decidió cambiar su nick a «Yeik». Y así se le conoce en el mundo del tattoo. Su especialidad son los tattoos de anime, él mismo te lo cuenta:
Cristian trabaja en su estudio, Black Haru, que a su vez es también una tienda de ropa. Desde que los tattoos se han convertido en un trend estético, tattoos y moda van de la mano. Las dos son formas de autoexpresión para potenciar la identidad, y esa es la clave detrás de la decisión de crear un estudio/marca de ropa. Sobre todo si tenemos en cuenta que ahora la gente presume haber visto «equis» anime.
Antes la gente que veía anime no era mucha y lxs que lo veían trataban de ocultarlo para no ser señaladxs. En definitiva, había muy pocxs tatuadorxs de anime porque no era un estilo demandado. Pero ahora que es mainstream la cosa ha cambiado. Muchxs artistas tatúan anime independientemente de si lo ven o no.
Yeik siempre fue un fan del anime, incluso antes de tatuar ya pintaba paredes con sus personajes de animación favoritos y disfrutaba dibujándolxs. La diferencia es que ahora ha mejorado y pulido mucho su técnica y estilo. Y además los tatúa. Para él es importante diferenciarse de la competencia y por eso trata de innovar en sus diseños y tatuajes. Una forma de diferenciarse es utilizar materiales y tintas de alta calidad para conseguir colores vivos.
Otra, la que más nos gusta, tatuar a lxs personajes de anime tatuadxs. Un mise en abyme en toda regla