Xulotattoos no solo tatúa, sino que interpreta a su generación a través de la aguja y la tinta. Desde Barcelona, esta tatuadora nacida en Galicia ha convertido el pullwave —un movimiento que nació en Argentina en el colectivo @vertigo.bsas— en una declaración de principios: memes, estética saturada, crítica social y un punto de punk. Bienvenidx a su universo.
Seriedad punk
Ser mujer tatuadora nunca ha sido sencillo, y mucho menos cuando decides moverte fuera del realismo o del tradicional. Xulotattoos lo sabe bien. Cuenta que para que el público le dé el mismo respeto que a un tatuador hombre que hace «tradi» desde hace años, ella ha tenido que doblar el esfuerzo. Pero lejos de agacharse, ha decidido usar esa presión como gasolina. Su estilo, el pullwave, es una forma de convertir la sobrecarga visual de TikTok, los memes y la cultura del scroll en arte corporal con mensaje. Hay ironía, hay cultura de internet, hay referencias ácidas y hay crítica. Y aunque esté disfrazado de trazo simple o de humor bobo, estamos ante un estilo nuevo que cada vez es más popular.
El pullwave no es ignorant
Algunxs podrían confundirlo con el estilo «ignorant» por sus líneas simples y motivos absurdos, pero el pullwave tiene otra capa. No es un estilo mal hecho, sino una forma de traducir la hiperestimuliación digital. Xulo no tatúa por estética: tatúa porque tiene cosas que decir, y ha encontrado un código novedoso para transmitirlas. Cada diseño contiene un guiño, un sarcasmo, una referencia que los Gen Z pillan al vuelo. No es casualidad que sus tattoos conecten tan bien con gente joven que vive a base de reels, scrolls y algoritmos. Lo que otrxs ven como banalidad, ella lo convierte en una forma de lenguaje.
Tattoo punk
Lo que Xulo está haciendo es romper con la idea de que un tattoo tiene que ser «serio» para tener valor artístico. Se puede hablar de cosas importantes desde el humor, desde el punk, desde lo memético. Y aunque muchos no lo entiendan, su trabajo es un reflejo brutalmente honesto del mundo en el que vivimos. En una industria todavía dominada por ciertos purismos, su existencia ya es una forma de resistencia.
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