Tattoos Y2K: la estética cani y choni

Los 2000 fueron una década rara. Los chándals, la gomina, los tribales y otras decisiones estéticas de dudoso criterio. Para algunxs la década dorada de España. La de los canis y las chonis. La de Masía y las scooters trucadas.

Una época en la que nada importaba tanto como ahora. Y quizás por eso se tatuaban unas letras chinas mal traducidas o el logo de Playboy. Porque qué más daba.

Afortunadamente la estética y los tattoos y2k están teniendo un revival. Pero, ¿de dónde vienen todos estos tattoos que son tendencia hoy en día? Este artículo es un homenaje-advertencia a todxs lxs enamoradxs de la estética de los años 2000.

Trampstamp

Nadie se salvó del tatuaje en la espalda baja. Desde Christina Aguilera hasta la hermana de tu vecina. Y tu vecina. En realidad, estos tattoos tienen bastante historia. Los primeros trampstamps los llevaban algunas mujeres de Egipto como símbolo de fertilidad y protección. Hoy se relaciona más con la sensualidad… lo que tiene que ver con su nombre, que se eligió para denigrarlo: literalmente significa “sello de prostituta”. Conforme pasaron los años se resignificó hasta convertirse en símbolo de liberación.

Fotografías extraídas de Pinterest

Estrellas por todas partes

Las composiciones de estrellas eran como el cibersigilismo de ahora: estaban en todas partes. El hombro, la cadera, la muñeca… Eran el emoji antes de los emojis. Pero no eran estrellas normales. No tenían ni brillos ni estaban hechas a fine line. Eran estrellas hechas con un trazo grueso. Diseños simples y llamativos que parecían pegatinas sobre la piel.

Fotografías extraídas de Pinterest

Tribales

El tatuaje tribal era como el AXE chocolate. Lo llevabas para lo que lo llevabas. Brazaletes negros, pinchos, espirales. Si eras un tío duro, o querías parecerlo, te lo hacías. Si eras una tía super guay, pues te lo hacías a modo de trampstamp. Con un tribal eras otrx.

Cheetah print

Si eras choni y atrevida, lo más normal es que acabases haciéndote un tattoo que imitase el pelaje natural del leopardo. Zonas como el hombro o el muslo eran el sitio favorito para este tattoo felino. Era declaración de intenciones: “soy salvaje, impredecible y probablemente tengo un Nokia con tapa rosa”. Hoy se ha reinterpretado en clave queer o rave, pero su origen fue puramente choni-glam.

Fotografías extraídas de Pinterest

El conejito Playboy

Este merece su propio altar. El conejito de Playboy en la parte baja del vientre o en la zona lumbar era el summum del erotismo dosmilero. Era pequeño, pícaro y directo.

Letras chinas y otros idiomas mal entendidos

Las letras chinas fueron el tatuaje espiritual de los 2000. “Amor”, “paz”, “fuerza”, “familia”. Esa era la intención, porque en realidad había muchos tattoos que no se correspondían con la idea original del clientx por culpa de traducciones mal hechas, trolls de internet o tatuadorxs demasiado despreocupadxs. Pero qué más daba, quedaba bien y eso era suficiente.

Fotografías extraídas de Pinterest

Piercings cerca de la boca

Aunque no sean tattoos, los piercings labiales van en el mismo pack. Monroe, labret, snakebites… Complementaban cualquier tatuaje dosmilero.

Fotografías extraídas de Pinterest

“Shhh…”

Este tattoo es el más reciente. Rihanna lo hizo y el resto del mundo la siguió. El tatuaje “Shhh…” en el dedo índice, para mandar callar. Era pequeño, daba para foto y tenía ese aire de misterio y superioridad que tanto les gusta a las celebrities. Neymar también se lo hizo. ¿Hace falta decir más? Pues sí, solo una cosa. Existe un tattoo similar que se popularizó más o menos en la misma época y que se hacia en el mismo sitio. Exacto: estamos hablando del bigote de hipster.

Fotografías extraídas de Pinterest

Y ahora… ¿vuelven?

Sí. Todo esto está volviendo. Con reinterpretaciones y nuevas generaciones que quieren volver a llevar lo que llevaban sus primxs y sus hermanxs mayores.

La estética y los tattoo y2k ha resucitado, pero con un poquito más pulida y más clean.

Así que si estás pensando en hacerte un “Shhh…” en 2025 o en recuperar las estrellas en tu tobillo, adelante. Pero antes de hacértelo échale un ojo a la colección 49cc que acabamos de estrenar 😉