Tattoos out of context: cuando al tatuaje se le queda corta la piel

Es ley de vida que el arte se reinvente, y hace ya tiempo que el tatuaje salió de su zona de confort… son muchxs lxs tatuadorxs que deciden dar un enfoque multidisciplinar a su trabajo.

Aunque llevamos muchos años viendo prendas de cuero tatuadas, como chaquetas o botas —la especialidad de @artimus_ink— a día de hoy las propuestas son todavía más creativas…

Artistas como Gina Mcqueen tatúan sofás. Sí, como lo oyes. Y no de cualquier manera: utilizando máquinas de tatuar modificadas para hacerlas aptas para el cuero, los tatúa con diseños inspirados en la estética tradicional japonesa. Lo quiero en mi casa, asap.

Y de los muebles pasamos a la vajilla. La artista rusa Lena Lu (@54.43_20.30) pone el foco en la fusión entre tatuaje y cerámica. A partir de las técnica aprendida en la piel y los recuerdos de su infancia, crea piezas únicas que resultan tan chulas como inquietantes. Cada objeto funciona como un relato en sí mismo, cargado de memoria, encontrando la belleza de emociones que solemos tratar de ocultar.

Otra tendencia —que se suma a otra macrotendencia — es tatuar Labubus. Puedes estar más o menos hartx de verlos, pero eso no hará que las colas que se forman en Popmart para conseguirlos se muevan de donde están. Artistas de todo el mundo les han tuneado con todo tipo de diseños, incluso mini versiones de sus diseños reales. Casi como llevar un mini avatar colgando del bolso.

¿Será pronto el turno del chocolate Dubai? Si el chocolate se puede tatuar —técnicamente hablando—, será solo cuestión de tiempo que alguien se atreva y lo suba a Tik Tok.

El tattoo out of context funciona porque descoloca. Lo que siempre fue corporal ahora aparece en objetos cotidianos: una taza, un llavero, un sofá… Juega con el shock de nuestra expectativa de lo tatuable y al hacerlo refuerza al tattoo como herramienta customización, una especie de tuneo… ya sea del propio cuerpo o de lo que nos rodea.

¿Lo veremos realmente pasar al mainstream o se quedará reservado al nicho?

Lo que está claro es que pocas cosas tienen tanto gancho como ver una máquina acercarse a un objeto que parece imposible de tatuar.