Raquel Freaks no se ajusta al molde típico de lxs tatuadorxs que aspiran a convertirse en estrellas. Ella lo tiene claro.
“Sales a la calle, nadie te reconoce, y luego vuelves a casa a buscar a tu niño al cole”
Con una mezcla de humor, humildad y una visión artística sólida, Raquel ha hecho del tattoo su segunda pasión, porque, como bien admite, lo suyo de verdad es la pintura. Pero ojo, lo que comenzó como un plan alternativo se ha transformado en un arte con sello propio: realismo raro, neotradicional y mucho corazón.
En un sector que a veces parece resistirse al cambio, Raquel es partidaria de tocarse más y quejarse menos. Para ella, la tecnología, desde el iPad hasta las máquinas rotativas, no son brujería, sino herramientas que impulsan la evolución del arte del tattoo. Así, con una visión sin filtros y un enfoque en lo que realmente importa, Raquel Freaks redefine qué significa ser tatuadora en un mundo donde las apariencias engañan.
Raquel siempre se ha visto como pintora antes que tatuadora. Pero, como muchxs artistas, tuvo que enfrentar una verdad incómoda: vivir de la pintura es complicado. Así que la tinta se convirtió en su segunda pasión.
“La pintura no da para vivir, pero el tattoo es algo que disfruto tanto como mi arte. Y lo mejor es que me permite conectar con las personas de una manera diferente”
El arte de decir que no
Cuando le preguntamos qué opina sobre el famoso “el cliente siempre tiene la razón”, no puede evitar reírse. Para Raquel, ser tatuadora no solo implica dibujar bien; también significa educar a lxs clientes, establecer límites claros y asegurar que el diseño funcione a largo plazo. Porque, aunque el tattoo sea importante para lxs clientes, es igual de vital que sea viable y estético.
La evolución del tattoo y el miedo al cambio
Raquel ha sido testigo de cómo la industria del tattoo ha cambiado drásticamente en la última década. Cuando llegó el iPad, todo el mundo se indignó porque ‘¡Eso no es dibujar!’. Lo mismo pasó con las máquinas rotativas. Pero para ella, la tecnología es una aliada. Esa mentalidad flexible es lo que le permite mantenerse relevante y disfrutar de lo que hace, sin dramas innecesarios.
Tatuajes grandes, pequeños y todo lo que hay en medio
Para Raquel, no hay tattoos mejores o peores. El tattoo pequeñito es tan importante como una espalda entera. Porque para esa persona, es igual de significativo. Su enfoque inclusivo y su respeto por las historias detrás de cada diseño son lo que la diferencian.