La industria del tatuaje es como unx jubiladx: no para de reinventarse.
Y su última aventura viene de la mano de Magic Ink, la primera tinta que permite hacer tatuajes borrables. Y no, no me refiero a tattoos temporales, sino a tattoos como dios manda: con máquina y aguja. Ahora puedes hacerlos desaparecer.
El truco está en su tinta inteligente, que reacciona a diferentes longitudes de onda de luz.
Imagina poder “desactivar” un tattoo cuando te canses de él. Se les acaba el chollo a los centros de láser… En términos científicos, todo esto se basa en el fotocromismo. Se trata de un fenómeno que permite que ciertos compuestos químicos cambien de color o se vuelvan transparentes al exponerse a la luz. En este caso, la tinta responde a la luz ultravioleta y blanca de una manera controlada. Con la ultravioleta aparece, con la blanca deja de ser visible.
Lo mejor de todo es que también han desarrollado una varita mágica: un lápiz de luz blanca diseñado específicamente para facilitar el proceso de borrado. Este dispositivo emite luz de una longitud de onda precisa, lo que provoca que las moléculas de la tinta cambien su estructura y el tatuaje desaparezca en cuestión de segundos.
En términos (todavía) más técnicos, este lápiz activa un proceso de reversión fotoinducida. Y para dummies, más que un lápiz es una goma de borrar. Lo mejor es que también se puede usar a mano alzada para hacer diseños a freehand.
Pero aún hay desafíos. Uno de los más clave es la estabilidad de la tinta: debe resistir la luz blanca que está por todos lados (como la de las bombillas LED) para evitar que el tatuaje se borre sin querer.
Según los expertos, la tinta está diseñada para activarse solo bajo condiciones controladas, pero aún así, su durabilidad puede verse afectada por exposiciones prolongadas. Además, su precio no es precisamente apto para la clase obrera: alrededor de 95 euros por cada 2 ml de tinta. Ahí es nada. De momento yo voy a pasar.
Además, no hay mucha oferta de colores: por ahora solo han perfeccionado la roja.
Según HYPRSKN, la compañía que se ha inventado Magic Ink, su tinta ha llegado para “redefinir la autoexpresión” y ya ha sido testada por un equipo de más de cuarenta tatuadorxs —llamado Legacy— en más de 15 países.
Gente del mundo que quiere tatuarse el nombre de su pareja y tener derecho a arrepentirse, es vuestro momento: ya podéis pedir cita exclusivamente en Bang Bang Tattoo ;))