Nando Diablo, tatuador peruano residente en Madrid, representa un estilo único que ha marcado su espacio en la escena del tattoo. Es el fundador del estudio 044 Atelier, un nombre inspirado en el código postal de su barrio. Nando ha dado vida a un lugar donde la tinta no solo es arte, sino también actitud.
Para Nando, tatuar va mucho más allá de hacer un diseño en la piel. Se trata de crear una conexión y de lograr que cada clientx sienta que lleva algo único. Su estilo, al que él llama “kinkicute”, mezcla la nostalgia de los años dos mil con lo tribal, añadiendo efectos de metal y cristal. Es una propuesta que atrae a quienes buscan piezas afiladas, con carácter y mucha personalidad.
Para Nando, la música también es fundamental. De hecho, uno de los placeres que encuentra en su trabajo es poder tatuar al ritmo de Romeo Santos, llenando su estudio con energía latina. Esta libertad de expresión y conexión cultural es algo que, asegura, lo define tanto como su amor por los tattoos. Aunque su nombre pueda sonar atrevido, Nando Diablo no tiene nada de «diablo». En cambio, se define como alguien ambiguo, divertido y observador, capaz de jugar con lo que los demás esperan de él y con lo que él realmente es.
El trabajo de Nando va más allá de los tatuajes como piezas individuales. En su visión, los tattoos no son solo objetos que ocupan un espacio en la piel; son elementos que conviven con otras piezas de otros artistas. Así, en 044 Atelier, cada diseño se concibe en conjunto con el resto de tattoos que el cliente ya tenga, buscando armonía y equilibrio en cada rincón de piel. Este enfoque de colaboración entre artistas convierte a su estudio en un espacio donde lxs tatuadorxs emergentes encuentran inspiración y apoyo para explorar su propio estilo.
Sin embargo, Nando también ve el tatuaje como una herramienta política y social. Con el crecimiento de 044 Atelier, ahora tiene que enfrentar nuevos retos con el dinero generado en el estudio para mantener su esencia queer, racializada y de barrio. La independencia y la autenticidad son vitales para Nando. Con el estudio, busca construir un proyecto que sea tan internacional, de ahí la elección de los números en lugar de una palabra. También debe ser cercano, respetando sus raíces y su comunidad local. Para él, el tatuaje tiene el poder de desafiar normas, una filosofía que él lleva por bandera.
Un aspecto importante de su trabajo es la estética dosmilera, caracterizada por el efecto metálico y cristal en sus diseños
Este estilo atrae a clientes que buscan piezas que no solo decoren su piel, sino que también cuenten algo de su personalidad. En un mundo donde el tatuaje realista y minimalista está en auge, Nando apuesta por una estética más atrevida. Defiende que las líneas afiladas y los contrastes crean impacto visual.
Por último, Nando nos contó un poco más sobre sus preferencias en el mundo del tattoo a través del juego de «Kiss, Marry, Kill«. Con humor, confesó que le daría un besito al estilo japonés, se casaría con el thrash y,con algo de pena, mataría al realismo. Para él, el thrash es un estilo con el que se identifica, mientras que el realismo, aunque lo respeta y lo encuentra muy underground, no encaja tanto en su visión creativa.
La filosofía de Nando Diablo y su 044 Atelier han convertido a este espacio en un referente del tattoo en Madrid. Su enfoque distintivo, su amor por la comunidad y su sentido de la estética lo convierten en uno de esos artistas que no solo tatúan, sino que construyen identidades. Cada tatuaje en su estudio es una declaración visual, un toque de barrio y autenticidad que hace que cada clientx lleve un pedazo de su arte y de su visión del mundo.