Si tuviste Tumblr en los 2010s, seguro que viste su cara en más de una foto. Hannah Pixie Snow era la estética alternativa en persona: cabello negro azabache, maquillaje marcado, dotwork y geometría en negro y una energía que la convertió en un referente. Pero los tiempos cambian, y con ellos, su piel. Ahora su estilo ha evolucionado, y su cuerpo es testigo de una transformación donde el blastover y las llamas rojas han tomado protagonismo. ¿Mejor antes o ahora? Veamos.
De musa del tattoo alternativo a artista total
Hannah no solo es modelo, también es tatuadora y diseñadora. Su carrera en el mundo del tattoo la llevó a especializarse en dotwork y geometría sagrada, un estilo basado en líneas precisas, patrones hipnóticos y referencias a culturas antiguas. Su técnica minuciosa hizo que su trabajo destacara, consolidándose como una de las artistas más reconocidas del blackwork.
Pero Snow no se ha quedado solo en la tinta. Es una de las diseñadoras detrás de Electric Sun Store, una marca de moda sostenible con prendas hechas de materiales reciclados. Todo con una estética coherente con su filosofía: naturaleza, equilibrio y consciencia.
Un pasado con mucha tinta (y drama)
Su relación con Oliver Sykes, músico de Bring Me The Horizon, fue seguida casi como una novela. Lo que parecía una pareja de portada terminó en escándalo. Hubo rumores, acusaciones y un break-up que internet no dejó pasar. Tras la ruptura, Snow continuó su camino sin mirar atrás, redefiniéndose artística y visualmente.
Su primer tatuaje, una herradura con rosas en la nuca, lo hizo en un estudio callejero siendo menor de edad. No quedó bien y más tarde decidió eliminarlo y cubrirlo. Desde entonces, ha convertido su cuerpo en un canvas en constante evolución.
Fotos de Hannah antes del blastover ordenadas de más antigua a más reciente
El blastover como nuevo capítulo
Los tatuajes de Hannah siempre habían sido armónicos, limpios y bien planificados. Pero su reciente inclinación por el blastover ha cambiado el juego. Si antes su piel era un reflejo del dotwork más pulido, ahora su imagen grita rebeldía. Las llamas rojas y los tatuajes superpuestos han traído una vibra más caótica y agresiva, una estética mucho más arriesgada en comparación con su etapa anterior.
El blastover es una técnica que consiste en tatuar sobre tatuajes antiguos sin cubrirlos del todo, dejando que los diseños anteriores se entremezclen con los nuevos. En su caso, el rojo intenso de las llamas atraviesa partes de su piel ya tatuada, creando un efecto visual muy potente.
Fotos de Hannah después del blastover
¿Antes o después?
Aquí es donde la conversación se vuelve interesante. ¿Era más icónica su estética en los 2010s, cuando su piel estaba llena de tattoos minimalistas y patrones geométricos? ¿O ha alcanzado su mejor versión ahora, con un estilo más radical y explosivo?
En un mundo donde el tattoo es parte de la identidad, Hannah Pixie Snow ha demostrado que la evolución no es solo musical o estética, sino también sobre la piel. Su historia no es solo la de una tatuadora con buen gusto, sino la de alguien que ha aprendido a convertir su cuerpo en un lienzo de transformación constante.
Lo único claro es que, con o sin blastover, sigue siendo un referente dentro y fuera del tattoo.
Te va a gustar
¡Recibido!
¡Recibido!
¡Recibido!
