Este joven uruguayo de 23 años creció cantando canciones de One Direction, su grupo favorito, y en la entrevista de Inkvitados nos ha cantado un fragmento de «Story of My Life» con la pasión que lo caracteriza . Lucas Curotto nos cuenta con una sonrisa tierna que siempre se sintió muy identificado con el grupo a pesar de los prejuicios. Estos prejuicios se basaban en que One Direction era un grupo con audiencia femenina.
Y por fin, tras su paso por OT, ha podido experimentar de primera mano lo que significa ser admirado por miles de fans.
«Que alguien te diga que le has ayudado en un momento difícil… Es bonito saber que puedes hacer feliz a alguien con tan poco»
En su paso por OT, Lucas compartió tanto risas como momentos de intimidad con lxs demás concursantes. Según nos cuenta, estar encerradxs generó complicidad inmediata. Todxs eran chicxs jóvenes, y estar tanto tiempo juntxs en una casa era algo complicado, por eso el onanismo se convirtió uno de los temas de conversación más divertidos. Eso sí, nada más allá. En OT ya tienen bastantes con gestionar las hormonas, la fama y los focos.
«Me apetecía un cambio, y el ecuador del programa me pareció el momento perfecto”
Otra de sus confesiones más salseantes fue su primer encuentro con los calçots, una comida típica de Cataluña que consiste en una cebolla blanca asada que debes mojar bien en salsa antes de comerla. Y cómo olvidar el gran evento de su cambio de look, un momento que la audiencia vivió con tanta intensidad como él.
Si pudiera elegir a alguien con quien compartir una cena, lo tiene claro: Freddy Mercury. Era un artista completo, auténtico, con una energía que te envolvía. Dice que o invitaría a un asado uruguayo. Nada conecta tanto como compartir una buena comida.
Para Lucas, los tatuajes son más que tinta; son historias. Para Lucas cada tattoo tiene un significado especial. Son momentos de su vida plasmados en su piel. Ah y si se hiciera un matching tattoo, lo haría con Naiara, su compañera en OT. Por complicidad dice.
Lucas Curotto es fan del realismo sin figuraciones, aunque valora cada estilo. Su admiración por el tattoo aumentó cuando tuvo la oportunidad de sostener una máquina de tatuar. Trazar líneas con un artefacto que vibra como un demonio es algo mas complejo de lo que parece.
«Si hay algo que te vibra, hazlo. Haz lo que te haga feliz»
Entre la música, los tatuajes y los momentos compartidos, Lucas Curotto es la prueba de que hacer lo que te hace feliz puede resonar en los demás de formas que nunca imaginaste. Su historia no solo está escrita en canciones o plasmada en tinta, sino también en cada conexión que logra con quienes lo escuchan y lo siguen. Un artista auténtico, con marcas reales y sueños que vibran.