Dicen que volar es alejarse.
Pero también es volver.
Volver a ti. A tu voz. A esa versión tuya que no se arrastra ni se esconde.
Por eso tantas mujeres eligen tatuajes de pájaros en el hombro:
porque ahí, justo donde empiezan las alas,
es donde también empieza la libertad.
Un tatuaje de ave en esa parte del cuerpo no solo adorna,
declara.
Dice: “Esto es mío. Este vuelo es mío. Aunque tiemble”.
Porque el hombro carga… pero también sostiene el vuelo.
Y los pájaros, según cómo los mires, pueden ser:
Cada ala dice algo.
Y no hace falta que sean enormes para que digan mucho.
Aquí algunas ideas con alma:
Porque el hombro:
El estilo lo eliges tú. Pero aquí algunos que vuelan bien:
Si estás pensando en tatuarte un pájaro en el hombro, piensa en esto:
¿Qué parte de ti quiere volar?
¿La que ya voló?
¿La que aún no se atreve?
Porque un tatuaje no da alas, pero recuerda que las tienes.
Y llevarlas justo ahí, en el hombro, es una forma de decirle al mundo:
“Sí, cargo con cosas… pero también me elevo”.
¿Quieres tatuarte unos pájaros? Cuéntanos tu idea