No todo el mundo tiene familia.
Y no todo el mundo quiere llevarla tatuada.
Pero si tú sí, es porque hay algo ahí que te atraviesa.
Porque te dolió. Porque te salvó. Porque aún lo estás entendiendo.
Los tatuajes para el brazo con la palabra familia no son solo una declaración de amor. A veces son un escudo. O una promesa. O un homenaje a quien ya no está.
Y el brazo, esa parte visible, fuerte, viva…
Es el lugar perfecto para decir: esto es mío, esto me acompaña siempre.
El brazo es un espacio versátil: puedes grabarte una inicial pequeñita en la parte interna o marcarte un retrato a lo bestia que te grite cada día quién eres.
Aquí no hay normas. Solo historia.
Pero si necesitas inspiración, aquí van algunas ideas:
Palabras en otro idioma: “ohana”, “famiglia”, “familie”, “家族” (kazoku)…
Porque a veces otra lengua dice lo mismo pero más suave.
Depende de lo que quieras mostrar… o esconder:
Todos. Pero si quieres la verdad, prueba con estos:
No te tatúas por moda. Te tatúas porque algo cambió.
Porque ya no eras el mismo después de perder, ganar, romper o volver.
Un tatuaje para el brazo que hable de tu familia es eso:
Un ancla.
Un mapa.
Una herida cerrada.
O una cicatriz que llevas con orgullo.
Habla con tu tatuadorx.
Cuéntale tu historia. No vayas solo con una imagen de Pinterest.
Porque si vas a llevar algo tan grande como tu familia en la piel, haz que valga cada línea.
Y si no sabes qué diseño hacerte aún, tranqui:
A veces el tattoo te encuentra a ti cuando estás listx.
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