Puede que ya no esté.
O puede que te espere cada día con el rabo alborotado y la lengua fuera.
Da igual. Si has llegado hasta aquí, es porque tu perro te marcó.
Literalmente.
Y ahora quieres marcarte tú también.
Un tatuaje de huella de perro en el tobillo no es solo algo cute para Instagram.
Es ese gesto pequeño, casi secreto, que llevas cerca del suelo… donde ellos siempre están.
Porque los perros no hablan, pero lo dicen todo.
Porque te entendió cuando ni tú podías contigo.
Porque te acompañó en días de mierda y en otros que ojalá volvieran.
Porque no sabes cómo se fue tan pronto, o cómo has podido vivir sin él.
Una huella tatuada no lo sustituye, pero te lo recuerda.
Como un ancla suave.
Como un «sigo aquí», aunque no lo esté.
Elegir el tobillo no es casual.
Es una zona pequeña, íntima y fácil de ocultar si quieres.
Pero también es el lugar por donde caminamos la vida.
Y tener ahí la huella de tu perro es casi como invitarlo a seguir caminando contigo.
Pasito a pasito.
Como cuando te seguía sin saber a dónde ibas.
🖤 Solo la huella: pequeña, simple, pero con todo el peso del mundo.
🐾 Huella + nombre: ese apodo que solo tú pronunciabas bien.
🌙 Huella dentro de una luna, una flor o un corazón: porque el amor se puede encuadrar.
💬 Huella + frase corta: “mi mejor amigo”, “nunca se fue”, “siempre conmigo”.
📅 Huella + fechas: de cuando llegó o de cuando partió (o ambas).
📸 Huella realista: calcada de su huella auténtica, si la guardaste alguna vez.
También vale.
Porque a veces tatuarse es anticiparse al duelo, o simplemente dar las gracias.
Porque no hace falta que mueran para saber que son parte de ti.
A veces basta con verlos dormir y pensar:
“qué suerte tenerte”.
Y querer guardarlos en la piel… por si acaso.
No lleves solo una foto bonita o un diseño de Pinterest.
Cuéntale qué fue para ti.
Qué quieres recordar.
Qué te sigue acompañando.
Porque cuando un tatuaje tiene historia, se nota.
Y ese trazo fino en el tobillo no será solo tinta.
Será memoria.
Y amor del bueno.
Te recomendamos echar un ojo a este artículo lleno de historias:
→ Tatuajes de familia: cuando el amor se tatúa
Y tú, ¿ya tienes tu huellita tatuada?
Cuéntanos tu historia. Porque a veces compartirla… también sana. 🐾🖤