Vives en Barcelona. O vienes a tatuarte aquí.
Tienes la idea. La zona del cuerpo. Incluso el motivo (aunque cambie mil veces en tu cabeza).
Te falta solo una cosa: encontrar el estudio donde no salgas con ganas de hacerte un láser.
Y créeme, no todos los estudios son iguales.
Unos te clavan el precio, otros te clavan la aguja (mal).
Algunos son tan cool que te sientes una invasora si no vas vestida de GCDS.
Otros parecen salidos de una peli de terror.
Así que, si no quieres joderte la piel ni la experiencia, lee esto antes de reservar cita.
No se trata de “el mejor estudio”.
Se trata del mejor para ti, para tu estilo, para tu idea, para tu historia.
Define eso primero. Luego busca.
No te fíes del primer reel con el single del momento de fondo.
Mira porfolios reales. Curación. Clientxs que repiten. No solo likes.
Y si ves que todo lo que publican son tatuajes perfectos sobre piel blanca, sin contexto, sin nombres, sin cariño… investiga un poco más.
Apuesta por artistas que te traten como un lienzo único, no como un trozo de piel sin más.
Al final, un tattoo es una historia… y la tuya merece ser contada con mimo.
No hay mejor review que la de quien salió feliz y volvería sin dudar.
Pregúntale a tu colega, a esa chica que viste en el metro con un tatu brutal, al camarero de tu bar de confianza.
Si alguien se tatúa en un sitio donde le tratan bien, lo recomienda sin que le paguen.
Y luego… confía en tu instinto.
Hay estudios que huelen bien, suenan bien y se sienten bien. Aunque no salgan los primeros en Google.
Esto es clave:
El tattoo no es solo estética. Es experiencia. Es cuidado. Es vulnerabilidad.
Si no hay espacio para eso en el estudio… no es tu sitio.
Un estudio que solo tatúa puede ser bueno, sí.
Pero un estudio que además piensa, crea y comparte cultura… es otra cosa.
En Tattoox Club, por ejemplo, no solo tatuamos.
Hablamos, escuchamos, conectamos en nuestros eventos.
No, lo barato no siempre es malo.
Y lo caro no siempre es bueno.
💸 Si un tatuaje cuesta menos que una cena en el Raval, pregunta por las condiciones de higiene.
Si cuesta lo mismo que una renta compartida en el Born, pregunta por qué. Y ojo, muchas veces sí que lo valdrá.
La tinta, el arte, la experiencia… todo tiene un valor…
Solo asegúrate de que el valor tiene sentido.
Elegir estudio de tattoo en Barcelona no es solo cuestión de estética.
Es elegir quién te va a marcar la piel.
Y eso, amigx, merece algo más que un scroll rápido en Tik Tok.
Así que tómate tu tiempo.
Haz preguntas.
Escucha tu intuición.
Y si al final decides venir a Tattoox…
aquí tienes café, respeto, artistas de todos los estilos y mucho arte.
🖤 Porque tatuarte en Barcelona no debería ser un drama…
Debería ser un momento que recuerdes con orgullo.
Te esperamos en Tattoox Club 😉