Aunque no te suene de nada este término, lo cierto es que su origen se remonta a la década de los sesenta (sí, la época de las drogas hippies y la revolución sexual, aunque poco tengan que ver con eso).
Los chicanos son personas de origen étnico mexicano que se establecieron en Estados Unidos. Los primeros valientes que cruzaron el continente en busca de oportunidades y reivindicaron sus derechos a una buena educación, seguridad laboral y una identidad cultural justa. Son un 10% de la población yankee (que se dice pronto) y viven en una crisis identitaria más profunda que la tuya cuando escuchas rock alternativo durante dos días seguidos: no son completamente estadounidenses ni tampoco se sienten totalmente mexicanos.
La cultura mexicana es la protagonista de este tipo de tatuaje. La religión y el idioma, mezclados con las referencias a bandas latinas (no todo podía ser santo) son las temáticas más frecuentes, pero hay otras muchas opciones: la bandera de EEUU, la estatua de la libertad o el Hollywood sign son algunas muestras de su amor por su país adoptivo.
Aunque el blackwork es la técnica de color más habitual del chicano, la paleta no tiene límites: puedes querer rendirle homenaje a tus antepasados y preferir darles un poco de vidilla con tinta colorida. Una cosa no quita la otra.
Aunque los roles de género ya importan poco, es cierto que el chicano queda increíble en piezas enormes: mangas enteras, piernas, espalda, pecho…Ya sabes lo que se dice, go big or go home. Y en realismo quedan tremendos.
Sabemos que los hombres suelen animarse con este tipo de proyectos para lucirlos con sus camisetas de tirantes en verano. Cuanto más se vea lo orgullosos que están de sus orígenes mientras levantan pesas, mejor.
Cada vez más mujeres se animan a tatuarse en estilo chicano, se está abriendo paso en su piel plasmando el popurrí de culturas que representan. Las calaveras, asociadas con la vida y la muerte, son una elección segura si eres una de ellas. Ya sabes que en México, más que una tragedia, la muerte es una celebración de la vida y el día de los muertos es el fiestón por excelencia. Si nos invitas, nos plantamos allí y nos vamos de fiesta contigo.
La versión femenina de los payasos también es un diseño muy habitual, y en general cualquier representación femenina es recurrente. Ya sea portando armas, liderando bandas o como catrinas. Mujeres empoderadas que podrían partirte la cara y dejarte en el suelo temblando, resumiendo. Pero plasmadas en la piel no dan tanto miedo.
Los tatuajes chicanos utilizan el arte para reflejar fortaleza e instinto de supervivencia en la pobreza y la violencia. Las connotaciones políticas e históricas, como en cualquier reivindicación, son muy comunes. Si tienes en mente tatuarte en honor de la revolución zapatista o de Pancho Villa este es tu estilo
fuente de imágenes: pinterest
Aunque los roles de género ya importan poco, es cierto que el chicano queda increíble en piezas enormes: mangas enteras, piernas, espalda, pecho…Ya sabes lo que se dice, go big or go home. Y en realismo quedan tremendos.
Sabemos que los hombres suelen animarse con este tipo de proyectos para lucirlos con sus camisetas de tirantes en verano. Cuanto más se vea lo orgullosos que están de sus orígenes mientras levantan pesas, mejor.
Cada vez más mujeres se animan a tatuarse en estilo chicano, se está abriendo paso en su piel plasmando el popurrí de culturas que representan. Las calaveras, asociadas con la vida y la muerte, son una elección segura si eres una de ellas. Ya sabes que en México, más que una tragedia, la muerte es una celebración de la vida y el día de los muertos es el fiestón por excelencia. Si nos invitas, nos plantamos allí y nos vamos de fiesta contigo.
La versión femenina de los payasos también es un diseño muy habitual, y en general cualquier representación femenina es recurrente. Ya sea portando armas, liderando bandas o como catrinas. Mujeres empoderadas que podrían partirte la cara y dejarte en el suelo temblando, resumiendo. Pero plasmadas en la piel no dan tanto miedo.
Los tatuajes chicanos utilizan el arte para reflejar fortaleza e instinto de supervivencia en la pobreza y la violencia. Las connotaciones políticas e históricas, como en cualquier reivindicación, son muy comunes. Si tienes en mente tatuarte en honor de la revolución zapatista o de Pancho Villa este es tu estilo
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