No todo en la vida tiene que ser sobrio, minimal ni en blanco y negro. A veces necesitas que algo florezca fuera para recordar lo que llevas dentro. Y si hablamos de tatuajes, los dibujos de flores a color para tatuajes son la forma más directa de convertir tu cuerpo en un jardín portátil. No uno perfecto, sino uno con historia, espinas, y flores que brotan aunque nadie las riegue.
Desde el amor hasta la pérdida. Desde un duelo silenciado hasta una primavera que se repite cada vez que te miras el brazo. Cada flor puede representar algo distinto: resiliencia, feminidad, cambio, fragilidad con poder. No hace falta saberse su nombre en latín ni haber tenido un jardín. Basta con que, al verla, sientas algo.
🎨 Acuarela: cuando el pigmento parece flotar sobre la piel. Sin contornos, sin límites. Perfecto para almas libres.
🌸 Realismo botánico: como si alguien te hubiera escaneado el jardín de tu abuela y lo hubiera estampado en tus costillas.
💘 Neo-tradicional: flor con drama, carácter, contorno grueso y color saturado. Nada de delicadeza impostada.
🌈 Fantasía floral: violetas que no existen, margaritas psicodélicas, pétalos que cambian de tono según tu estado de ánimo (o eso parece).
🖍️ Estilo ilustración: como sacado de un libro antiguo o un cuento vintage. Perfecto si buscas romanticismo sin caer en lo ñoño.
Rosa: no es solo amor. Es espina, orgullo y contradicción.
Loto: renacer sin hacer escándalo. Belleza que viene del fango.
Girasol: lo que siempre busca la luz, aunque tú no siempre la encuentres.
Amapola: frágil, sí… pero con veneno.
Flor de cerezo: belleza que dura poco, y por eso se tatúa. Para recordar que todo lo bonito es finito.
Donde quieras que florezcan. Brazos, costillas, piernas, espalda… el cuerpo como lienzo orgánico. Si prefieres algo discreto, opta por muñeca o tobillo. Si quieres una enredadera salvaje, el muslo o la espalda pueden ser tu campo. Eso sí: en zonas de mucho roce o exposición solar, protege bien el color. Que no se te marchite en dos veranos.
El color necesita cariño. Hidratación, protección solar y no desesperarte si al principio parece más chillón de lo esperado: va asentando. Los tonos claros (rosas, amarillos, lilas) son los más traicioneros, así que consulta con tu tatuador para elegir el pigmento que más aguante. Y luego, cuídalo como quien cuida una flor real.
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